9/6/10

Invictus (2009) Clint Eastwood

Invictus (2009) Clint Eastwood.
Más de una vez discrepo de la opinión general sobre el cine, y sobre casi todo, la verdad, pero también a veces sobre la consideración crítica de algunas películas. Esto me ocurre con esta obra de Eastwood, que por lo general veo despachada con el socorrido "obra menor". Ya quisieran casi todos los directores del mundo hacer una obra como "Invictus", que muestra sin estridencias ni pacaterías la lucidez y la maestría de Clint Eastwood. Creo que no se suele considerar este film tan obra maestra como su filmografía reciente porque aparentemente no es tan profundo, dramático pero esto es una visión muy superficial de una película verdaderamente profunda, y que no escamotea el drama pero se vuelve luminosa y esperanzadora en vez de fatalista. Se alza vigorosa y victoriosa afirmando el perdón y la lucha por lo mejor del ser humano, y eso quizá en una época tan cínica como la nuestra aún se considera una concesión al happy end o un nuevo panfleto del sueño americano, esta vez trasladado a la Sudáfrica de Mandela. Sea por la razón que sea, las historias dramáticas se toman por profundas y las historias vitalistas suelen tomarse por frívolas y menores. Piensen en los premios que se suelen conceder, pocas veces se premia a los cómicos, por ejemplo, el drama tiene más consideración crítica.
Es sólo mi opinión pero Clint Eastwood ha florecido en todo su esplendor con esta película en la que puede dar rienda suelta a constantes de su personalidad, tanto humanas como específicamente masculinas, con una armonía que resulta sorprendente. La fisicidad masculina se muestra sin pudor a través del rugby, y aún más se muestra el rasgo quizá más masculino del hombre, la capacidad de lucha, resistencia y soledad ante la adversidad, la visión de futuro, la capacidad de soñar y luchar por un mundo mejor, y de alcanzarlo, representado por Nelson Mandela. Este rasgo idealista no es exclusivamente masculino pero quizá se da poco entre las mujeres, quizá por naturaleza más apegadas a la tierra, y el hombre al aire. Afortunadamente el mundo necesita hombres y mujeres, y quizá la única pega que se pueda poner a esta grandísima película es que verdaderamente las mujeres tienen poca participación, pero si nos fijamos bien, aún siendo intervenciones breves, todas las participaciones de las mujeres son dignas y valiosas, aportan un contrapunto de orden, lucidez y paz en la batalla al enorme empuje masculino que para mí viene representado en el gran Nelson Mandela. Sin duda esta película dice mucho más de lo que a primera vista parece, y Eastwood es desde hace tiempo uno de los grandes iconos e imprescindibles de la historia del cine, delante y detrás de las cámaras. Y sin duda siente cada una de las palabras de Invictus.
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INVICTUS, de William Ernest Henley
Out of the night that covers me,
Black as the Pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul. -
In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed. -
Beyond this place of wrath and tears
Looms but the horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds, and shall find me, unafraid.
It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate;
I am the captain of my soul.
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INVICTUS
Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.
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