7/11/09

cine mudo: ¡levántate y anda!


sobre el cine mudo: ¡levántate y anda!

Hay cosas que suelen desconocerse sobre el cine mudo, que comprende más de 30 años de cine, así que cine mudo: ¡levántate y anda!.
-Suele hablarse de cine mudo, de la época silente o muda, y esto no es del todo exacto aunque es cierto que las proyecciones no podían por sí mismas sino mostrar imágenes en movimiento sin sonido alguno. Pero las proyecciones en las salas iban acompañadas de la música tocada por un pianista o una pequeña orquesta y además comentada por la voz de un explicador, imprescindible figura que hacía posible que multitudes analfabetas o inmigrantes desconocedores del idioma entendieran la película. Además las productoras encargaban partituras originales para sus películas más prestigiosas, con lo que al cine ya sólo le faltaba hablar, pero se tenía ya la concepción de una obra creada entre la imagen y el sonido. El cine mudo, en realidad, mudo del todo, en cierto modo no era.
-Se comenta poco que en la época muda cada experiencia cinematográfica era distinta, única, aunque las proyecciones a menudo eran en sesión contínua, en bucle. La experiencia cinematográfica siempre era distinta porque tanto el acompañamiento musical como los comentarios del explicador eran en directo, y en ocasiones, en el estreno de la película, incluso toda una improvisación que ni en las jam sessions del jazz, pues el pianista y el explicador descubrían la película al mismo tiempo que el público de la sala.
-Se habla poco del origen de los primeros programas del cine, que tenían las características de las variedades, con un poco de todo para todos los gustos, convenientemente estructurado atendiendo al género, tono, duración, celebridad... e incluso con sus previstos o imprevistos choques de proximidad. Una hipótesis de porqué en la época muda las películas fueron creciendo en duración es que se pretendía dar una mayor consistencia y autonomía a las películas, evitando el efecto rebote de ir colocadas entre otras partes del programa, por ejemplo el efecto de colocar una tras otra una película cómica y un drama. Las películas quizá se quisieron emancipar del programa de formas agregadas y usaron la mayor duración como recurso.
-Se comenta no mucho que en el cine mudo no era raro que de una misma película hubieran varias versiones, y no precisamente por las tijeras de la censura (que también, claro) sino directamente creadas por las propias productoras o por las salas de cine. Se cambiaban las coloraciones monocromáticas dependiendo de a qué mercado iban destinadas las películas e incluso las películas americanas sustituían su clásico final feliz por un final trágico cuando se comercializaban en el mercado ruso. Las películas se alteraban adrede para la distribución en otros mercados, según los gustos del público.
-Y una última sorpresa, muy desconocida. En la época muda se popularizaron los programas de mano, que se consideraban un obsequio en atención a la cola, la espera y el precio de la entrada. Bueno, lo sorprendente viene ahora, y es que incluso ya en el sonoro, las productoras podían llegar a contar detalladamente ¡¡¡incluso el final de la película, acabando con cualquier suspense!!!. El suspense no existía pues, sino que la motivación para ir al cine no era saber cómo acababa la película, sino que el cine era un lugar de encuentro con otra gente y de diversión, y un hábito que no se abandonaba aunque alguna que otra vez la película llegara a decepcionar. Ir al cine era ir de fiesta.
-Bueno, una cosa más sobre el cine mudo (maravillosas obras nos ha legado el cine mudo, dicho sea de paso) y es que sin negar el gran avance que con el tiempo supuso el cine sonoro, lo cierto es que hasta que los equipos de sonido fueron bastante ligeros y discretos el cine sonoro ralentizó el lenguaje cinematográfico y se perdió una fluidez narrativa enorme al tener que supeditarse al sonido y sus grandes servidumbres de grabación, como muestra con humor el magnífico clásico del musical "Cantando bajo la lluvia".
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Más en "Una historia diferente: la representación cinematográfica en los cines", por Nico de Klerk, reproducido en Archivos de la filmoteca 25-26 (Generalitat Valenciana, 1997) distribuye Paidós.
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el explicador y la música en las proyecciones de cine mudo

Hasta la consolidación del cine sonoro (al fin la imagen, el sonido, la música y la palabra formando un todo autónomo, una obra con entidad propia) el cine se proyectaba mudo porque carecía de medios para difundir el sonido, la música y la palabra, pero puntuado, celebrado, acompañado e incluso enriquecido por la música que tocaba un pianista o una orquestina en la sala, y por los comentarios, incluso chistes, interpelaciones al público e inventiva de todo tipo, del explicador de la sala.
_El explicador era imprescindible hasta entrados los años 10, aunque su desaparición no fue total hasta la llegada del sonoro. Su importancia incalculable en la proyección era decisiva ya que el cine era generalmente un entretenimiento popular y el índice de analfabetismo era elevado entre las clases trabajadoras, además de que para la mayoría los rótulos incluso eran en otro idioma, dada la cantidad de inmigrantes desconocedores del idioma y las hegemonías en el cine de las primeras décadas.
_El explicador debía contar la historia de manera comprensible y provocar los estados de ánimo que animaban el film. Y frecuentemente, con el mérito y riesgo que conlleva, sin haber tenido la oportunidad de ver el film antes del estreno, dado que no era raro que los rollos de las películas llegaran tarde a las salas y el público los recibiera pataleando, literalmente, por la espera.
_En el mejor de los casos el explicador podía ver la película antes del estreno junto al pianista, o el director de la pequeña orquesta, y preparar juntos la proyección acompañada de la música y de los comentarios.
_La música en las películas más prestigiosas se componía especialmente, aunque incluso en estos casos excepcionales en los que las productoras encargaban partituras originales, sólo se ejecutaban en los estrenos y en los road shows americanos, mientras que luego la película discurría por el mundo según el acompañamiento que la capacidad de improvisación, o la inventiva si se podía preparar antes de la proyección, del pianista o la orquestina de la sala le diera.
_Aunque las productoras a menudo hacían sugerencias musicales lo más probable es que hubiera bastante música anodina que impide el silencio y nada más. En realidad una de las funciones del acompañamiento musical era mitigar ese extraño hecho de una multitud ante unas imágenes en movimiento proyectadas en un inquietante silencio. En el mejor de los casos, claro, la música además enriquecía y enfatizaba el espíritu de la película, al igual que la labor del explicador no sólo podía narrar sino enriquecer la propia película.
_El cine de la época muda en realidad debía ser una experiencia muy distinta a la del cine sonoro en sus inicios y a la experiencia actual de ir al cine, pues entonces el hecho de ir a una sala era asistir a la unión de tres elementos: la proyección de imágenes en movimiento sin sonido, el acompañamiento musical y la voz del explicador. Como es natural, cada vez la película debía ser distinta en cierto modo al haber una acompañamiento musical y un explicador que actuaban en directo. Y cuando el acompañamiento musical y/o el explicador no se adaptaran bien a la proyección, el espectáculo sería pobre o incluso desvirtuaría la naturaleza del film.
_Pero, un pero positivo, es plausible pensar que muchas veces el espectáculo sería un éxito, aunque falta por hacer (o yo la desconozco) una historia, y un tributo, de los grandes explicadores y de los grandes pianistas y pequeñas orquestas que hicieron hablar, cantar y bailar al cine cuando aún no podía dar solo ese gran paso.
_Sirva este pequeño artículo como homenaje a tantos explicadores y músicos sin los que el cine no hubiera podido dar sus primeros y gloriosos pasos en la época muda.
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Por último recomendar un artículo en el que de primera mano un explicador holandés narra su quehacer en aquellos días: "Max Nabarro, explicador. Una voz delante de la pantalla, en Archivos de la filmoteca 25-26, Generalitat Valenciana (1997), distribuye Paidós.
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coloración monocromática en el cine mudo






En su interesante artículo "Coloración monocromática. Anarquía dentro de un orden", (traducido al castellano en Archivos de la filmoteca 25-26, Generalitat Valenciana, (1997) distribuye Paidós)Peter Delpeut aborda esta práctica tan frecuente en el cine mudo.
_La técnica, también conocida como virage, tinting y toning, consistía en pintar fragmentos (cortos o extensos) de película con colores lisos, y se aplicó hasta 1925 en más del 80% de las películas.
_Se trataba de una práctica habitual que sin embargo con la costumbre de tantos conservadores de archivos cinematográficos, que no copiaban estos colores monocromáticos, ha hecho creer que el cine mudo era un cine en blanco y negro cuando en realidad la mayoría de las películas estaban coloreadas monocromáticamente. El autor incluso dice que al proyectar material mudo ¡se le ha reprochado su osadía de colorear las películas, cuando simplemente las ha proyectado respetando su esencia auténtica y original!
_Los colores utilizados más frecuentes eran sepia, salmón, ámbar, amarillo pálido, verde claro, verde brillante, rosa, naranja, rojo, violeta pálido, azul pálido, azul oscuro, azul verdoso... En una misma película podían alternarse incluso contínuamente las coloraciones, siendo un ejemplo destacado la película "Bacanal de la muerte", de 1917, en la que cada 12 fotogramas se alternaban en una escena el viraje a verde, amarillo y luego rojo, con lo que el efecto debía ser parecido al de una discoteca, pues incluso si la película fuera a 16 o 18 fotogramas por segundo en lugar de los habituales 24 fotogramas por segundo, la velocidad y la alternancia de este juego de colores debía ser muy llamativa.
_El fenómeno de la coloración monocromática revela también el carácter abierto que tenía el cine mudo, en el que los colores funcionaban como la música, que en teoría está al margen de la imagen pero siempre está en su búsqueda.
_Con la llegada del sonoro la anarquía de colores era impensable ante la estructura totalitaria surgida como consecuencia de la unión de imagen y sonido, con lo que la representación venció definitivamente a la presentación, según Delpeut.
_La llegada del sonido supuso el abandono de las coloraciones monocromáticas, y en no mucho tiempo, con la llegada del color, debió extenderse esa creencia de que el cine mudo era en blanco y negro cuando en realidad casi todo el cine mudo tenía coloraciones monocromáticas, quizá la más recordada la clásica coloración en sepia.
_En el fondo, el cine mudo, del que se da por perdida gran parte de su filmografía, aún es un gran desconocido, y tampoco suele comentarse al respecto la función de los explicadores o de la música en directo durante las proyecciones, a menudo en sesión contínua, al igual que rara vez se tiene en cuenta el frecuente uso de la coloración monocromática.
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