Esto viene de lejos... ya de niño intentaba meter los dedos
en los enchufes... recuerdo todavía los catastróficos resultados, pero sigo
curioseando. La curiosidad mató al gato, dicen, pero yo creo que mientras tuvo
curiosidad vivió. Y me fascinan los gatos, aunque siento predilección por otros
ronroneos, tan encantadores como los de las maravillosas pin ups.
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